Orgullosa de mis canas y de mi edad, considero la Menopausia como la etapa que más placer y coherencia ha traído a mi vida. Cuando hace años llegó de forma abrupta y demasiado pronto para mi gusto, me arrollaron los sofocos, el insomnio y la pérdida de mi líbido. Fue un momento difícil con pensamientos de pérdida y desintegración, aunque también de compromiso con la búsqueda de una perspectiva diferente. Descarté viejas creencias y abracé otras nuevas, aprendí a escuchar las necesidades de mi cuerpo, tomé decisiones para cambiar hábitos que me intoxicaban y, finalmente, pude no solo trascender todas las molestias, sino también descubrir que estaba empezando la mejor etapa de mi vida.
Hoy me siento fuerte, feliz y más libre que nunca, pensando, sintiendo y actuando con madurez, respeto y autoestima. Aumentan cada día mi felicidad y capacidad de disfrutar, y sin embargo, este es un camino que empezó tiempo atrás…